La Tactika Mataelpino recibe a los corredores con agua a raudales.
Las copiosas lluvias de las últimas semanas han convertido la Sierra de Guadarrama en un laberinto de arroyos lo que ha condicionado esta primera prueba del calendario, en principio, asequible en cuanto a su exigencia física, convirtiéndola en un desafío de mayor envergadura en el que los más de 400 inscritos han tenido que vaciarse por completo para soportar la lluvia, el granizo y las gélidas temperaturas de las cotas altas.