Por José Ignacio Amat
Nos esforzamos por conocer el medio que nos rodea, por mejorar en nuestras habilidades y destrezas, en formarnos en técnicas de autosocorro, primeros auxilios y mejorar en las comunicaciones para conseguir ayuda exterior. Todos estos conocimientos son necesarios e imprescindibles para un buen montañero, pero no son suficientes para una práctica segura.